KION: más que un chifa, una nueva versión de esta fusión peruana

 

Cada vez que viajaba a la ciudad de Cusco, no dejaba de escuchar recomendaciones sobre un chifa en esa ciudad- “uno de los mejores chifas del Perú”, “todo es rico”- siempre comentarios positivos; por alguna razón, nunca pude ir. Actualmente es considerado como un restaurante peruano-cantonés que se enorgullece de no usar glutamato monosódico en la carta e intenta cambiar algunas tradiciones en el chifa, algo realmente complicado.

Hace poco vi en Instagram, en la cuenta de un amigo, que ese mismo restaurante decidió llegar a Lima, exactamente a un Strip Mall de Miraflores, y tenía que probarlo.

La carta para ser un chifa, es corta; pero hizo más rápido el proceso de decisión.

Empezamos pidiendo lo que para mí es una muy buena forma de medir un chifa, el Dim Sum: Siu Mai, wantán y por recomendación del mesero, las alitas Guilin.

Mientras esperábamos llegó el “Flesquito”, un gin tonic no muy dulce, con pedazos de pepino deshidratado encima, que resultó ser el perfecto acompañante para la comida.

La primera parte no demoró mucho en llegar. Los siu mai- mucho relleno y sabor con muy buena consistencia, la salsa hoisin un poco débil; los wantanes venían con recomendaciones y no se equivocaron- uno de mis favoritos en Lima, crocantes, nada grasosos, con muy buena cantidad de relleno y una salsa tamarindo para tomársela sola. Las alitas Guilin- buenísimas, tenían la cocción perfecta para que estén totalmente jugosas, con un toque de picante bien peruano, la salsita de limón que viene con ellas es el acompañamiento perfecto. Si les gusta mucho el picante, aquí tienen una salsa de ají que estuvo deliciosa.

Para ese momento ya había pedido la segunda parte del almuerzo, que demoró un poco más, pero nada que no pueda manejarse. El Arroz Sam Si- con pedazos super jugosos de pollo, cubitos ahumados de chancho con un toque salado (char siu) y langostinos que me sorprendieron al tener la cocción perfecta (algo raro en un chaufa); una porción de nabo encurtido- muy buen tamaño, pero definitivamente no fue lo que esperaba, soy amante del nabo y esta fue la única decepción del día. Pa Chi Yú – un filete de trucha (para mi gusto un poco sobre cocido), en cama de espinacas y hongos tonku con harto juguito para la porción de arroz blanco con la que viene ;OJO, el arroz no tiene sal para poder acompañar a la trucha, y realmente queda muy bien; y el Lomo KION– la salsa de ciruela le da un toque agridulce necesario para combinar, el lomo de textura suave y muy bien acompañado por verduras.

Después de toda la experiencia, mientras pedía la cuenta y disfrutaba un té de jazmín, supe que este chifa trata de sacarnos un poco de lo establecido, pedir siempre lo mismo con la misma gaseosa y comerlo de la misma manera; esta vez pedimos cosas diferentes, con un cóctel a base de gin y el almuerzo fue igual de bueno o mejor de lo que esperábamos. Los chifas no tienen que ser siempre lo mismo, KION hace un muy buen trabajo en demostrarlo. Una carta corta, bien trabajada, con sabores conocidos, y sobre todo un servicio que nos hizo tener una experiencia memorable.

Calificación

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Ubicación
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Calidad del servicio
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Variedad de la carta
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Presentación del plato
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Calidad de la comida
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Relación precio/calidad
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Protocolo de bioseguridad
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Ambiente del lugar
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Estacionamiento
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Recomendación

No se pierdan las alitas Guilin, la mejor forma de entender la nueva fusión chino-peruana que quiere tener el restaurante: sabores asiáticos, con toques peruanos.
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