Isolina: Un viaje a mis mejores recuerdos

 

Me encantan los restaurantes que te hacen sentir como en un domingo familiar, disfrutando de buena comida criolla y amenas conversaciones. Fue así como me animé a visitar Isolina, un restaurante situado en Barranco que no solo te hace sentir esas emociones, sino que también te traslada a esas memorables tabernas limeñas.

Desde la entrada sentí como si estuviera viajando al pasado, rodeada de una decoración rústica y con ventanas grandes. Logré mi objetivo, sentirme como en casa. Empecé con una clásica papa rellena, servida con zarza criolla y una crema de rocoto que estaba en su punto, sin llegar a ser tan picante, perfecta para querer repetirla una y otra vez. En cuanto al relleno, era abundante, con huevo, pasas y sobre todo, grandes trozos de carne. Sabrosa de principio a fin.

Seguí con un contundente lomo saltado, lo probé y estaba muy rico, jugoso, de buena sazón y con ese toque mitad criollo y mitad oriental que tanto nos gusta; por supuesto, para disfrutarlo aún más, es imposible no mezclar el juguito con el arroz graneado que acompañaba el plato. Definitivamente uno de los mejores de Lima.

Para finalizar, un delicioso tallarín saltado, con jugosos trozos de carne, pasta al dente, y un gran punto a su favor es que los cortes de cebolla y tomate eran gruesos;  a veces es difícil encontrar esta característica en platos salteados, así que resalto ese detalle.

Las porciones son bien generosas, así que puedes compartir y nadie se quedará con hambre ni mucho menos con el antojo. Puedes acompañar tus elecciones con la riquísima chicha morada, de puro maíz y heladita, que siempre tienen disponible.

Calificación

0
Ubicación
 0/5 
Calidad del servicio
 0/5 
Variedad de la carta
 0/5 
Presentación del plato
 0/5 
Calidad de la comida
 0/5 
Relación precio/calidad
 0/5 
Protocolo de bioseguridad
 0/5 
Ambiente del lugar
 0/5 

Recomendación

Primero, el lugar es pequeño, así que…¡Reserva con anticipación! Segundo, debes probar el lomo saltado sí o sí, me lo agradecerás. En definitiva, una parada obligatoria para todo amante de la gastronomía peruana.
TOP