Se dice que en este restaurante se creó la primera receta de lo que hoy conocemos como: Pollo a la Brasa, un plato emblemático de nuestra gastronomía. Muchos afirman que su creador fue un suizo que llegó a nuestro país hace más de 70 años, siendo él quién en un local de Santa Clara en el distrito de Ate, elaboró el primer Pollo a la Brasa. Ese local fue el lugar donde iniciaría la historia de Granja Azul.
Fue hace poco, que unos amigos me comentaron del nuevo local de este restaurante en la calle Pérez Araníbar, San Isidro. ¡Tenía que conocerlo!
El restaurante de 3 pisos, donde solo dos funcionan por ahora, tiene terraza y una linda decoración rústica de ladrillos y madera.
La carta no es muy grande, pero puedes encontrar pollos a la brasa, parrilladas, ensaladas, postres y muy buenos cócteles. Al llegar me recibieron con una canasta de pan calientito y crujiente, sin lugar a dudas una excelente y deliciosa forma para esperar nuestros platos. Empecé con la carta de entradas, la Burrata Caprese llamó mi atención. Un pedazo mediano de Burrata, muy fresco, heladito y sin mucho líquido; albahaca fresca y tomates cherry bañados en una salsa balsámica que me encantó.
Un Lomo Fino de 300 g de muy buena carne nacional con un poco de chimichurri encima fue el siguiente en llegar a la mesa. Suave y jugoso, lo pedí en término medio (llegó a la mesa perfectamente rosado) y vino acompañado de una guarnición, elegí ensalada, lechuga y tomate.
No tardó en llegar la estrella de la casa, el Pollo a la Brasa. Un pollo de leche: se trata de un pollo de menos de un kilo, por lo que la carne tiende a tener una excelente textura y ser bastante tierna al cocerla.
El pollo tenía un sabor exquisito, bastante jugoso y con un toque ahumado. Además, la piel era imposible dejarla de lado por lo crujiente y doradita que era.
La carne del pollo era tan suave que podía desprenderse del hueso sin problema alguno.
No puedo dejar de hablar de las papas, en definitiva, un espectáculo para cualquiera, obviamente con la mayonesa y el ají de la casa que resultaron tan buenos como para volver a este restaurante solo por ellos.
Aquí, tienes 3 opciones para pedir este plato: ¼ de pollo, ½ pollo (estas dos vienen con papas y ensalada); o la opción ilimitada (si, leyeron bien, ilimitada), incluye una porción de anticuchos, una bebida y lo que quieras de papas, ensalada y pollo por 79 soles por persona.
Terminé con una jarrita de hierba luisa natural, perfecta para terminar el almuerzo – de la jarra salen un poco más de dos vasos. Tengo que hacer una mención especial al servicio. La persona encargada de redes sociales, quien me contestó el teléfono para hacer la reserva; el encargado del estacionamiento; la anfitriona y el mesero, todos ellos lograron que la experiencia, en conjunto, sea completamente placentera.
Recomiendo ampliamente que vengan a probar uno de los mejores pollos del Perú, donde además de un excelente sabor, también encontrarás un extraordinario servicio.