Koji es un nuevo restaurante nikkei ubicado en el corazón de Miraflores. Cuenta con una amplia terraza de dos niveles, con impecable decoración y un obvio protagonista: una estatua gigante de buda, al centro de su barra.
Pero no todo es su ambiente, dado que la comida también resultó sorprendente. Empezamos con un Siu Kao Tartare, un plato que consiste en cuatro láminas de masa crocante con tartare de salmón y atún con mayo rocoto y miel de curry; caracterizados por su frescura y ligero toque dulce y picante que me agradó muchísimo.
Continuamos con el maki de la casa: Koji Tempura, con langostinos, queso crema, palta y salsa anticuchera; el cual es terminado de preparar en la mesa, por el mozo, quien los flamea como un espectáculo. Finalmente, nuestro plato de fondo fue un Ebi Wok, de langostinos empanizados, cebolla, verduras, hongos wan yi y chaufa blanco; que, para mí, una fanática de los langostinos estuvo espectacular pues estaban crocantes por fuera, suaves por dentro, complementados muy bien por los hongos y un arroz super graneado y sabroso.
Debo resaltar también la bebida con la que acompañé la comida, pues la adoré debido a su intenso sabor a canela: Osha Tiki, que lleva toronja rosada, jugo de cramberry con té verde, jarabe de canela y orange bitters, sin duda una delicia.
Estaba emocionada por visitar Koji, y puedo decir que terminó sin decepcionarme ni un poco por el gran nivel de sus platos, un servicio A1 y un ambiente maravilloso. Vale la pena completamente. ¡Muy buena experiencia!