Lindo por fuera y hermoso por dentro. Si bien es cierto, la casita no es muy grande; pero cada espacio está tan bien distribuido y decorado que transmite un ambiente cálido y ameno. Nosotras tuvimos la suerte de encontrar el balcón libre cuando llegamos, no había mucho viento así que fue perfecto para disfrutar al aire libre. Cabe resaltar que también tienen una terracita en la cual puedes reservar mesa.
Pasemos a lo más rico, iniciamos con un Asado de Tira que estuvo demasiado bueno. La carne se desprendía con tan solo tocarla, y además tenía encima una salsita a base de Jack Daniel`s y miel, simplemente de otro mundo.
Luego, seguimos con el clásico de la casa, su conocida Bondiola al Horno. Este plato está conformado por una bondiola dulce cocida en cerveza IPA y mostaza, chucrut de la casa y una base de polenta de queso parmesano. Desde el primer bocado confirmamos el porqué este plato es imperdible; el sabor de la carne junto al jugo y la polenta nos encantó, y sin duda se convierte en un must si vienes a Ché Chá.
Acompañamos estos riquísimos platos con unos infaltables Herbal Tea y Berries Tea, ambos calientitos para combatir el frío. Para un final feliz, pedimos de postre una French Toast. Es el favorito a la hora del brunch, conformado por un brioche acompañado de queso y frutas de temporada; en esta ocasión, fresas, arándanos y aguaymanto que le da ese toquecito agridulce, complementando el antojo.
Si buscas nuevos sabores y experiencias culinarias, sumadas a un servicio excelente y una buena carta, Ché Chá es una gran opción. El local es muy acogedor y además es pet friendly, así que puedes ir en compañía de tu mascota.